Nuestro Proposito
Nuestro propósito fundamental como Iglesia se manifiesta en seguir las enseñanzas de Jesús en las sagradas escrituras.
De una parte los que se encuentran definidos en Mateo 22:36-40; “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?; Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
Por otra parte también los contemplados en Marcos 16:15-17, 20 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; …Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén”.
A partir de esta doctrina esencial, nuestra manifestación de propósito se centra en llegar a muchas personas con el mensaje vivificante de El Rey Soberano, en su palabra fiel, divulgar las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, de manera que se conviertan en seguidores fieles de sus preceptos, discipulando y alentando a todos, a encontrar el propósito de cada uno dado por Dios.
En este sentido, toda acción y actividad nuestra está enmarcada en estos grandes propósitos, de manera que las donaciones y ofrendas están destinadas a cumplir los mismos.
De una parte los que se encuentran definidos en Mateo 22:36-40; “Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley?; Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas.”
Por otra parte también los contemplados en Marcos 16:15-17, 20 “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado. Y estas señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios; hablarán nuevas lenguas; …Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían. Amén”.
A partir de esta doctrina esencial, nuestra manifestación de propósito se centra en llegar a muchas personas con el mensaje vivificante de El Rey Soberano, en su palabra fiel, divulgar las enseñanzas de nuestro Señor Jesucristo, de manera que se conviertan en seguidores fieles de sus preceptos, discipulando y alentando a todos, a encontrar el propósito de cada uno dado por Dios.
En este sentido, toda acción y actividad nuestra está enmarcada en estos grandes propósitos, de manera que las donaciones y ofrendas están destinadas a cumplir los mismos.